El viejo se acercó una vez más a mi mesa, como siempre con, esa mirada dulce pero dura, como una barra de caramelo. Esta vez su voz mostraba denotaba melancolía y me dijo:

-¿Sabías que, el Rey Alcander antes de ser rey también fue un joven y ferviente aventurero?

Yo, como no sabía la respuesta le contesté que poco entendía del tan aclamado rey y el viejo me dice:

-Eres joven y algún día entenderás mejor.

Siempre que decía eso yo quedaba con la curiosidad hirviendo, porque sabía que la historia que me contaría sería excelente, pero al final hasta que viviera una experiencia con la cual extrapolar la historia no la entendería, pero bueno, mi labor en este lugar es escucharlo, no por nada él es mi maestro. Mientras en un papel anotaba algunos pensamientos el viejo comenzó su relato.

-Esta vez, el joven Alcander practicaba el arco y la espada. En sus rutinarias prácticas conoció a una pequeña mujer que tenía habilidades similares a Alcander, al poco tiempo se hicieron bastante amigos, vivieron aventuras y desventuras juntos, viajaron por el mundo, bebieron hasta emborracharse, se prestaron el hombro cuando lo necesitaban, de a poco y debido a las nuevas obligaciones que ambos se fueron distanciando, pero jamás perdieron el contacto por demasiado tiempo, ella en sus labores nobles y Alcander como aspirante al trono,cada uno por su lado había ocasiones en que por mucho tiempo dejaban de hablar, pero siempre en ocasiones tracendentales aparecía el otro a apoyar al que estubiera en problemas, siempre, pero siempre. Ella fue la que apoyó a Alcander cuiando hubo que construir el muro enorme que existe en nuestro pais, y ella lo consoló en las noches de tormenta en que su corazón no daba más. Pero, en un instante las cosas se desvandaron, de un momento a otro Alcander no recibió más noticias y él la necesitó y ella no acudió, así él buscaba la forma de tener contacto pero ella lo rechazaba, hasta que simplemente se decidió y dejó que las cosas fluyeran, pero fue un error, ya que al final las cosas no fluyeron sino que se desbordaron y quedaron ambos, solos y sin tener a quien recurrir (o eso creyó Alcander) mas bien él quedó solo pero nunca supo si ella habría encontrado a alguien más.
Alcander como antes, siguió siempre intentando ser el mejor Rey y sólo preocupandose de su reino... porque siempre las mujeres que amaba se iban de su lado...

El viejo miraba melancolico, muchas veces he pensado en el por qué le afectan siempre las historias que cuenta, ¿Será que se arrepiente de no haber interferido? daaah son viejos, simplemente hay que dejarlos existir.




si, siempre esperó a que volviera
porque él estaría siempre allí,
dime con quién andas.

 

0 comentarios:


Datos personales

Soy Rodrigo, tengo 22 años y vivo en un mundo en el cual quiero poder manejar y saber todo, tengo muchas caretas todas ellas parte de mi personalidad. Me gustan los sentimientos pero me frustra demasiado el no poder comprenderlos. Espero un destino que lo mas seguro no exista, pero el soñar con ello es algo que me llena. Amo la luna, y soy un romanticista fuera de época.